Por amor al Arte Sostenible
Son muchos los artistas sostenibles que van resurgiendo cada día. Desde músicos a pintores, encontramos muchos tipos de arte, todos con un nexo en común: el reciclaje, la sostenibilidad y el cuidado por el medio ambiente.
Adán Doramas, es un buen ejemplo de que el arte no va reñido a usar ciertos elementos, técnicas o productos de calidad, sino a una creatividad innovadora. Este artista canario se define en sus redes como “Escultor ,skater punk life between art and rubbish”. Entre sus proyectos más relevantes, encontramos esculturas donde combina el graffiti con el uso de restos de automóviles, que él mismo va recogiendo y ensamblando. Adán va recreando animales haciendo que cobren vida, creando arte de la nada y usando como lienzo las paredes de Tenerife.
Aquí les dejamos algunos ejemplos de sus obras, pero para saber más pueden consultar su perfil en redes como Instagram y Facebook.
Si siguen pensando en arte sostenible, seguro que se les viene a la cabeza algún grupo de música urbana que utilice latas, botellas, cubos y otro tipo de residuos para realizar su música. Marcan la diferencia buscando una nueva vida útil para lo que los demás llamamos “basura” y creando ritmos con un sonido inusual.
Es en el mundo musical donde encontramos a Alessandro Ferrato. En su larga trayectoria y recorrido profesional, llegó a Canarias, donde actualmente realiza diversos talleres y espectáculos para niños donde nuestra y conciencia sobre el reciclaje, la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente. No sólo crea música, sino que lo hace con instrumentos que él fabrica usando todo tipo de materiales. Ha colaborado en varios proyectos y actividades en Tenerife como “Navidad Reciclada”, el “Festival Boreal”, etc. Actualmente organiza talleres musicales en escuelas de Tenerife y sigue acercando a los niños su espectáculo “No lo tires, tócalo primero”.
Les dejamos su web, para que puedan conocer más de este artista y sus proyectos.
Han podido ver que el arte sostenible sobrepasa cualquier frontera y está más cerca de lo que creen, por eso no sólo lo encontramos en sectores culturales, sino también en la moda, el cine… Pero de todo esto surge una pregunta, ¿dónde está el límite entre obra de arte y basura?
En varias ocasiones, el personal de limpieza de algún que otro museo, ha “limpiado” una obra de arte que consideraba “basura”. Tras estos hechos, se ha debatido el concepto de arte moderno que reutiliza y recicla materiales que “ya no sirven”. Bien se dice que el arte es sólo para quien lo sabe apreciar, y con esto sólo cuestionamos que quizás aún no estamos preparados para un arte plenamente sostenible, al menos hasta que nuestras vidas como tal no lo sean.
Si bien es cierto, que mientras artistas como Adán Doramas y Alessandro Ferrato, entre otros, continúen exponiendo sus obras, la conciencia por este nuevo arte y la importancia de la sostenibilidad continuarán creciendo hasta que por fin la sociedad no sólo lo disfrute, sino que también lo aprenda a valorar.
En Sensitur, nos preocupamos por educar en los valores de la sostenibilidad, por eso apoyamos a este tipo de artistas y sus iniciativas creativas a la par que valiosas.
Cada Jornada incluye acciones de gran impacto educativo, psicoemocional y concienciador, adaptadas al público a la que van dirigidas. En este caso nos gustaría recordarles nuestro evento “Navidad en Familia Sostenible” del pasado mes de diciembre y emplearlo como ejemplo acerca de cómo resaltar estos valores.
Los niños y sus familias disfrutaron de un evento donde tuvimos muchas charlas de profesionales y talleres de reciclaje y sostenibilidad para niños. En ellos aprendieron a hacer sus propias creaciones, como por ejemplo adornos de navidad, dando rienda suelta a su imaginación y partiendo de materiales que en principio “eran basura”. Así potenciamos la creatividad de los más pequeños, la sostenibilidad y la capacidad de reutilizar ciertos materiales para hacer auténticas obras de arte llenas de amor.
Y como era un evento navideño, no podía faltar nuestro ¡¡Papá Noel Sostenible!! Desde el saco de los regalos a las sillas utilizadas, eran de materiales reciclados. Sabemos que el mejor método para educar y, sobre todo, concienciar, es dando ejemplo.
La guinda del pastel fue nuestro árbol de Navidad, muy especial ya que todos los pequeños colgaron allí los adornos que fabricaron en los talleres, llenándolo de colores y deseos.