¿Qué es la huella de carbono y por qué es importante para Canarias?



La huella de carbono es una medida de la cantidad total de gases de efecto invernadero que se liberan a la atmosfera debido a nuestras actividades diarias. Por ejemplo, cuando viajamos y nos montamos en un avión, el conjunto de factores como el gasto de electricidad, de combustible y otros gases que son expulsados al medio ambiente se convierten en la huella de carbono que hemos dejado con ese trayecto, contribuyendo en función de esta manera al calentamiento global.

Cuanto más consumimos o viajamos, mayor es nuestra «huella» sobre el planeta. La huella de carbono mide el impacto que nuestras acciones tienen en el medio ambiente, en términos de cuántos gases dañinos estamos emitiendo.
La buena noticia es que está de nuestra mano reducir la huella de carbono, ya que podemos decidir si al tomar decisiones más sostenibles, ya sea reciclar o usar menos energía o apoyar formas de transporte más sostenibles, estamos contribuyendo a cuidar el planeta para que futuras generaciones puedan disfrutarlos.
El impacto de la huella de carbono en destinos turísticos frágiles como Canarias es significativo debido a la naturaleza delicada de su ecosistema y a su dependencia del turismo. Aquí te explico algunos de los principales efectos que el cambio climático, impulsado por el aumento de gases de efecto invernadero, puede tener en estas islas:
- Aumento del nivel del mar
Las islas canarias tienen playas y costas que son atractivas para el turismo. El aumento del nivel del mar puede provocar la erosión de estas áreas, reduciendo la superficie de playa y afectando la infraestructura turística cercana, como hoteles y restaurantes.
Por otra parte, se pueden dar inundaciones y las zonas costeras pueden quedar sumergidas, lo que amenaza no solo la vida marina, sino también la seguridad de los turistas y residentes.

- Cambios en los patrones meteorológicos
El cambio climático puede llevar a un aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos como tormentas, huracanes y sequías. Esto puede afectar la temporada turística, asustando a los visitantes o dañando las infraestructuras.
Por otra parte, el aumento de las temperaturas puede hacer que ciertos meses sean incómodos para el turismo, afectando la percepción de Canarias como un destino atractivo.
- Impacto en la biodiversidad
Canarias alberga una gran cantidad de especies endémicas, muchas de las cuales son vulnerables al cambio climático. La pérdida de estas especies puede afectar no solo el ecosistema local, sino también las actividades turísticas relacionadas, como el avistamiento de aves o el senderismo.
Los cambios en la temperatura y las precipitaciones pueden modificar los hábitats naturales, poniendo en peligro ecosistemas únicos como los bosques de laurisilva.

- Recursos hídricos
El cambio en los patrones de lluvia y el aumento de la demanda de agua por parte del turismo pueden generar tensiones en el suministro de agua. Las islas, que ya tienen recursos hídricos limitados, podrían enfrentar crisis de agua, afectando tanto a residentes como a turistas.
- Presión sobre los recursos locales
La llegada masiva de turistas incrementa la demanda de energía, agua y alimentos. Esto puede llevar a un uso insostenible de los recursos locales, lo que, a su vez, impacta la calidad de vida de los residentes y la salud del medio ambiente.
- Economía local
Canarias depende en gran medida del turismo, por lo que el cambio climático puede amenazar su economía. Una reducción en el número de visitantes debido a condiciones climáticas adversas puede afectar a muchas familias que dependen de esta industria.
La necesidad de sostenibilidad en destinos turísticos: ¿Por qué es esencial para nuestro futuro en Canarias?
El turismo es una de las industrias más dinámicas y en constante crecimiento del mundo. Sin embargo, este crecimiento trae consigo desafíos significativos, especialmente en destinos turísticos vulnerables como las Islas Canarias. La necesidad de adoptar prácticas sostenibles en el turismo se ha convertido en una prioridad no solo para proteger el medio ambiente, sino también para garantizar la viabilidad de estos destinos en el futuro.
Por ejemplo, en Tenerife, la demanda de agua y energía por parte de los visitantes puede agotar los recursos locales, que ya son limitados. Las costas de la Playa de las Américas se ven amenazadas por la erosión provocada por la construcción de complejos turísticos.
En Gran Canaria, el aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones de precipitación pueden alterar el paisaje de las playas de Maspalomas, haciendo que ciertas áreas sean menos atractivas para los turistas. Si no se toman medidas ahora, el impacto puede ser irreversible, lo que afectará tanto a la economía como a la comunidad local.
Adoptar prácticas sostenibles en el turismo no solo ayuda a proteger el medio ambiente, sino que también mejora la experiencia del viajero. Un enfoque responsable puede enriquecer el viaje, permitiendo a los turistas conectarse más profundamente con la cultura local y el entorno natural.
Otro ejemplo es que, al visitar el Parque Nacional del Teide en Tenerife, los turistas pueden optar por hacer senderismo en lugar de usar vehículos motorizados. Caminar por los senderos señalizados no solo reduce la huella de carbono, sino que también permite disfrutar de la flora y fauna únicas de la zona.
Afortunadamente, cada vez más destinos turísticos en Canarias están tomando medidas para volverse más sostenibles. Algunas de las prácticas que pueden tomar los turistas son:
- Ecoturismo en La Palma: Participar en tours de avistamiento de estrellas, donde guías locales explican la importancia de conservar el cielo nocturno. Esto no solo promueve la astronomía, sino que también fomenta el respeto por la naturaleza y la importancia de mantener la oscuridad en el entorno.
- Alojamientos ecológicos en Fuerteventura: Elegir hospedarse en hoteles como Hotel Surf Riders o Fuerteventura Eco Lodge, que utilizan energía solar, reciclan residuos y promueven el uso de productos locales. Estos alojamientos no solo minimizan el impacto ambiental, sino que también contribuyen a la economía local.
- El Transporte sostenible en Lanzarote: Optar por alquilar bicicletas en lugares como Arrecife o Costa Teguise en lugar de coches. Lanzarote cuenta con rutas ciclistas seguras y hermosas, permitiendo explorar la isla de manera ecológica y disfrutar de su paisaje volcánico.
- La Comida local en El Hierro: Al elegir restaurantes que ofrecen platos tradicionales elaborados con ingredientes locales, como los que se encuentran en La Restinga, se apoya la agricultura local y se reduce la huella de carbono asociada al transporte de alimentos.
Como turistas, nuestras decisiones impactan el medio ambiente. Al elegir opciones sostenibles, no solo protegemos los destinos que visitamos, sino que también impulsamos un turismo responsable y respetuoso con el planeta.
