Turismo sostenible ¡preparados, listos, YA!
El turismo sostenible, no es un turismo diferente o una moda, en realidad tendría que haber sido lo ideal desde que empezó la explotación turística en los años 60, tendría que ser un turismo que como dice la Organización Mundial del Turismo (OMT) defendiera el “Travel, Enjoy, Respect”, “que tenga en cuenta las repercusiones actuales y futuras, en temas económicos, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria turística, del entorno y de las comunidades anfitrionas. Pero esto no ha sido siempre así… Muchas empresas, se han lucrado ganando barbaridades de dinero organizando viajes a países poco desarrollados sin respetar las características del paisaje y su pureza, destruyendo ecosistemas y la belleza natural de esos países, arruinando así también la economía del lugar. El turismo de masas ha sido uno de los más violentos al saturar recursos y las normativas que no se respetaban para poder favorecer al turismo y no perder dinero, también han afectado.
Por esa razón, las empresas relacionadas con el sector del turismo, están trabajando para conseguir el equilibrio entre ser sostenibles económicamente y a la vez cuidar del medio ambiente, o lo que es lo mismo, alcanzar un turismo sostenible. Teniendo en cuenta que el turismo representa más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial y sabiendo que esta industria depende totalmente de los recursos culturales y naturales para satisfacer las necesidades de los viajeros, ha de ser un referente en el buen uso de los recursos medioambientales, por eso desde la OMT, se están realizando acciones para ayudar al sector turístico a incorporar rutinas sostenibles en su labor y que esta manera de trabajar sea de forma permanente.
Los principios que defiende la OMT o los tres pilares de la sustentabilidad son, en primer lugar el ecosistema:
Hay que reducir la cantidad de residuos, evitando la utilización de embalajes de un solo uso o reciclarlos y darles otra utilidad, consiguiendo así una economía circular. Tenemos que conseguir que mínimo un 70% de la energía utilizada en los hoteles, proceda de energías limpias y renovables, en general, hay que intentar no superar los límites que nos marca el planeta, intentando evitar al máximo los impactos negativos del turismo hacia el medioambiente e impidiendo que aparezca una imagen distorsionada que los turistas se pueden hacer de la realidad que han ido a conocer.
En segundo lugar, la sociedad: Hay que respetar al máximo la cultura, la naturaleza, la gente, la flora y la fauna de cada zona, prohibiendo la edificación en zonas naturales. Las agencias de viajes y los guías turísticos, tienen que participar activamente en este principio concienciando al turista con la conservación del lugar, haciéndole ver que la ecología es cosa de todos y que todos tenemos que ir hacia un mismo lugar, aunque, en el siglo XXI la gente se implica cada vez más en temas para mejorar el planeta.
Y en tercer lugar, la economía: Contratando a proveedores y trabajadores locales, garantizando que el beneficio económico obtenido por la explotación del turismo repercuta positivamente en cada zona y que las empresas tengan ganancias sin tener que impactar negativamente en el medio.
Porque al fin y al cabo, si al viajar o en nuestro día a día no cuidamos las zonas de las que estamos disfrutando, llegará un momento que no tendremos de que disfrutar.