Canarias, un paraíso que debemos cuidar
Muchas veces en la vida nos acostumbramos a ver un mismo escenario una y otra vez, lo cual hace que no apreciemos lo que realmente estamos viendo. Algo similar pasa en nuestras Islas Canarias, estamos tan acostumbrados a mirarlas que ya no somos capaces de ver en ellas su extraordinaria belleza, la belleza que realmente ve un extranjero que pisa nuestra tierra por primera vez.
Sí, somos conscientes y estamos enamorados de nuestras ocho islas, pero también es cierto, que muchas veces nos olvidamos de valorar lo que realmente tenemos. Debemos entender que lo que en ellas se esconde, no existe en ningún otro rincón de nuestro planeta.
La biodiversidad canaria, es su mayor riqueza
Las Islas Canarias nacieron del fondo marino tras un largo proceso volcánico de millones de años, propiciando la colonización de diversas especies faunísticas. Muchas de ellas llegaron a causa de los flujos migratorios, sin embargo, una vez aquí y gracias a las condiciones particulares de las islas, pasaron por un proceso de adaptación convirtiéndolas en especies únicas. Es más, cada una de las islas que componen el archipiélago albergan en ellas su propia fauna autóctona.
Otro aspecto que ha favorecido la proliferación de nuevas especies en las islas ha sido su localización geográfica. Por ellas transcurre la corriente fría del Golfo, un fenómeno natural determinante para la biodiversidad terrestre como acuática de las islas, que da lugar a un clima cálido y constante, a la vez que templado, estable y húmedo. Además, influye el hecho de que estemos ante un territorio altamente fragmentado.
Todo lo mencionado anteriormente ha dado lugar a que, tan solo en las islas canarias, se hayan detectado unas 12.000 especies silvestres. De estas, 7500 son animales, 70% de ellos son insectos y de los cuales el 40% son endémicos. Por otra parte, albergan unas 2000 especias de plantas, siendo 500 nuevamente son autóctonas, es decir, que se encuentran en nuestro archipiélago y en ningún otro lugar del mundo.
Entender la envergadura de estos números puede ser complicado si no se comparan con otros territorios. Así, podemos decir que Canarias tiene el doble de caracoles endémicos que los que tiene la Península y, por si fuera poco, ostenta diez veces más tipos de caracoles que Reino Unido. Y hay que tener en cuenta que tanto la Península como Reino Unido multiplican mil veces los kilómetros cuadrados de nuestras tierras. La Isla de la Gomera, comparada con cualquier otro terreno europeo, presenta una mayor densidad de especies endémicas por cada cien kilómetros cuadrados.
Canarias es un punto caliente de biodiversidad. Un lugar donde la densidad de especies endémicas es muy elevada, pero se encuentran en peligro constante a causa de la actividad humana. La destrucción del entorno y la introducción de ciertas especies, sea de manera accidental como intencionada, ponen en jaque mate el conjunto natural del archipiélago.
Aparte de la riqueza terrestre que tienen las islas, su biodiversidad marina no tiene nada que envidiar a la diversidad y belleza de la terrestre, puesto que en ella se esconde un rico tejido marino.
Las corrientes canarias tienen una gran influencia en muchos de los ecosistemas de la costa africana. Cualquier variación en la temperatura del agua y los vientos de canarias provocan alteraciones que afectan a todos los eslabones que componen el tejido marino en ambos territorios. Esto causa estragos en todos los niveles, desde los microorganismos esenciales que alimentan la vida marina hasta los grandes bancos de peces, cuestión que puede desencadenar un desequilibro en todo el sistema marino.
Las amenazas a las que se enfrenta el ecosistema marino de las Islas Canarias
Una de las grandes amenazas para la fauna marina es la creación de puertos e infraestructuras costeras, no solo por la destrucción del espacio físico sino también porque perjudica la intensidad con la que penetra la luz al fondo marino. De esta manera, dificulta el crecimiento de las plantas, lo que implica un impacto negativo en el resto de las especies que viven en el lugar.
Otra amenaza a la que se enfrentan es a la contaminación. Los indicadores de presencia de metales pesados en los crustáceos de la costa canaria varían de costa en costa, pero están aumentando de manera generalizada en todo el archipiélago.
Otro contaminante o destructor del ecosistema es el petróleo. El aumento del tráfico marítimo y las corrientes marinas características de Canarias han hecho que el archipiélago se haya llevado gran parte de las externalidades negativas que se producen por este tipo de transporte, sobre todo, porque las islas se presentan como punto estratégico para el transporte de petróleo entre África y Europa.
Por último, otro contaminante importante es la basura. La presencia de estos sólidos en el fondo marino o en su superficie es responsable de la muerte de muchos seres marinos, ya que se ven afectados por la intoxicación del agua al descomponerse estos elementos ajenos, como puede ser el plástico o algunos metales; así como por las bolsas de plástico que son vistos por algunos animales como alimentos.
El archipiélago canario se presenta como uno de los lugares donde más impacto producirá el cambio climático. La variación de la temperatura, tanto a nivel terrestre como a nivel marino, puede acarrear consecuencias irreversibles para el archipiélago. Esto sucede porque sus especies endémicas están adaptadas a unas condiciones específicas, las cuales están cambiando a velocidades superiores a la capacidad adaptativa de las especies, teniendo como consecuencia la posible pérdida definitiva de alguna de ellas.
Los espacios protegidos son claves para la conservación
Hoy en día ya no quedan dudas de la importancia que tiene la declaración de áreas de protección tanto marinas como terrestres. La creación de estos espacios llama a la consciencia ciudadana, además se presenta como un atractivo a nivel turístico, puesto que mejora la posición competitiva de una región. Por otro lado, permite el control de las especies invasoras, cuestión fundamental para mantener el equilibrio.
Estos espacios protegidos otorgan a las especies un ligero respiro, no suficiente para revertir los daños ya causados, pero si posibilita que algunas especies puedan reproducirse con mayor eficiencia al ser aliviados de la excesiva presión externa. En cuanto a lo que se refiere a los espacios protegidos terrestres, implica un refuerzo de conservación y difusión de concienciación medioambiental, cuestión con la que está comprometida Sensitur.
Consideramos que a través del conocimiento y la difusión educativa logramos concienciar a la población sobre las riquezas que alberga nuestro paraíso. Buscamos fomentar en ellos actitudes más ecofriendly, potenciar el arraigo y el sentimiento de identidad en todo el núcleo poblacional, para que como nosotros, se vuelvan a enamoren de las islas y quieran trabajar colaborativamente para proteger y garantizar el futuro de Canarias.
Por parte del Gobierno Canario, la implementación de políticas de conservación es un elemento clave para paliar y frenar los efectos negativos que producen los seres humanos sobre el medioambiente. Para ello, es fundamental que se financien y potencien las investigaciones en esta área y que estas a su vez, se acojan a los fondos europeos con nuevos proyectos destinados a esta materia.
Por todo lo anterior y mil razones más queda claro que es fundamental proteger este delicado ecosistema, no solo por las características inherentes y belleza que ostenta si no por el gran aporte que tiene al equilibrio del planeta.
Redacción: Natalia Helen Eastwood
Bibliografía:
Oceana, Fundación biodiversidad. (s.f.). Propuesta de áreas marinas de importancia ecológica. Islas Canarias.
Rodríguez Santana, R. (s.f.). La Biodiversidad Canaria. Obtenido de www3.gobiernodecanarias.org
Imágenes:
https://www.floresyplantas.net/echium-wildpretii-el-tajinaste-rojo/
https://www.webtenerife.com/tenerife/la-isla/fauna-flora/?tab=1
https://www.youtube.com/watch?v=kQlLc-rrLek
https://www.barcelo.com/guia-turismo/es/lanzarote/que-ver/jameos-del-agua/