FÁRMACOS Y COSMÉTICA: el veneno que mata lentamente el medioambiente
Siempre hablamos de lo que contaminan los vehículos, las fábricas, o los residuos que generamos en nuestro día a día. Pero te has preguntado alguna vez ¿Qué pasa con nuestra crema de la cara o el ibuprofeno que tomas?
Ellos son tan cotidianos que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos son utilizados por millones de personas, que sin darse cuenta con las acciones que realizan no saben que están dañando al Planeta.
Como llegan a distribuirse en el ecosistema
El uso de estos productos está alterando a niveles alarmantes la supervivencia de ecosistemas, e incluso haciendo que desaparezcan.
Los medicamentos y los cosméticos llegan a nuestro sistema hídrico en nuestra higiene diaria o tirarlos a la basura sin saber que deben ir a un contenedor especial. Tanto fármacos como cosméticos son necesarios en nuestra vida, pero los gobiernos todavía no se han puesto de acuerdo en el reciclado o eliminación de estas sustancias ya que desde su fabricación hasta llegar al usuario no son capaces de eliminarlos al 100 %.
Riesgos medioambientales
Se ha demostrado en estudios realizados en los tres últimos años que las depuradoras, que existen tanto a nivel de fábrica como en las poblaciones, presentan compuestos muy difíciles de eliminar, incluso algunos medicamentos siguen estando activos, lo que genera un problema en el medioambiente.
También se han encontrado residuos de estas elementos en acuíferos, lagos, ríos o en zonas de los océanos.
Estos principios activos llegan además por medio del deteriorado
alcantarillado, por inundaciones o simplemente cuando los animales depositan sus excrementos, lo que hace que se filtre a la tierra o se vierta en el sistema hídrico.
Uno de los estudios más recientes realizado en noviembre de 2018 por Erinn Richmon (ecóloga de la U.de Monash,Australia) y Jerker Fick (químico de U.Umea, Suecia) realizaron un descubrimiento inquietante, hay hasta una concentración de 98 sustancias farmacológicas en insectos de aguas dulces, que luego pasan a otros animales cuando los ingieren, y que se van acumulando en su organismo. Aunque la investigación se realizó en Australia los expertos indican que se puede extrapolar a todo el planeta.
Estos estudios han dado un aviso del desastre que se puede generar a largo plazo, pues no todas ellas están controladas en los países. La mala gestión y falta de legislación, ninguna antes del 2005, o muy poca desde entonces, han provocado que muchos de los productos permanezcan en nuestro medioambiente, sin saber muy bien como deshacerse de ellos.
Cómo afecta a los seres vivos
Dentro de estos desastres y como ejemplo dramático, el arrecife, ecosistema frágil que además de sufrir por la subida de temperatura del agua o por la salinidad, ha empezado a volverse blanco, es decir, se muere . Entre los motivos de esta muerte blanca se han localizado que los productos para el sol que usamos para protegernos, se liberan cuando nos bañamos en el mar y les hace enfermar.
Otro caso investigado es la muerte de buitres por ingerir animales que ya tenían una toxicidad por medicamentos. Se añaden otras secuelas documentadas, entre las que destacan los cambios en el comportamiento de ciertas especies (adormilan en invierno y no comen) o el aumento de hembras y desaparición de machos (sobre todo en peces), y algo muy importante para nuestra salud, los virus y bacterias se vuelven inmunes a los antibióticos.
Estos estudios están obligando a los países más avanzados, la zona donde mayor concentración de estas sustancias se dá, a plantearse un cambio de actitud, incrementando la información a la población y legislando.
Soluciones a largo plazo
Este mismo año, en marzo, se planteó en La Comisión Europea que el cambio debe empezar desde el inicio del producto, su fabricación, siendo las empresas las primeras que deberán poner remedio desde dentro de sus propias fábricas para buscar la manera de eliminar los residuos creados e investigando para crear fármacos o cosmética más acorde con el medioambiente y que no produzcan efectos dañinos en los ecosistemas.
La Comisión Europea también propuso dar mas información sobre los problemas a la población a través de campañas que puedan sensibilizar de este problema, intentando que se recojan los residuos en puntos preparados para ello.
Otras soluciones planteadas son :
- Añadir a los estudios e informes todos los componentes de los productos, no sólo el producto final, sino los principios activos y los excipientes
- Crear envases del tamaño mayor (en caso de cosmética) o de la justa medicación para no crear residuos innecesarios.
- Crear bases de datos mundiales de los elementos y las consecuencias que supone al medio tanto a corto como a largo plazo, realizando más estudios ERA( estudios de impacto medioambiental)
- Que se añadan todos los medicamentos que se han utilizado, antes del 2005, dado que algunos ya han dejado de usarse , pero en el medioambiente esta su huella.
- Modernizar depuradoras, añadiendo los medios para poder eliminar todo residuo
- Crear puntos de reciclaje, o bien caducados o que ya no se van a usar, (punto SIGRE en las farmacias: en España para medicamentos), faltaría un punto donde eliminar productos de cosmética. Y concienciar a la población de llevarlos allí para su destrucción.
Con todas estas pautas e intentando que todos los países se unan en esta lucha para evitar el deterioro de nuestro mundo, e intentando concienciar a la población, esperemos que se encuentre una solución efectiva para que medicamentos y cosmética no acaben en nuestro sistema hídrico y deterioren indefinidamente nuestros ecosistemas .
Marta de la Cruz Cardiel