LA NUEVA FORMA DE TURISMO, EL TURISMO SOSTENIBLE.
España se encuentra ante la denominada “nueva normalidad” en la que esperamos afrontar de la mejor manera(a) la vida y la rutina que llevábamos antes del Estado de alarma generado por la pandemia del covid-19.
Esta nueva normalidad viene acompañada de no solo de las medidas sanitarias que seguramente ya muchos conocen, sino también de formas de reactivar varios sectores, entre ellos el turismo ya que nos encontramos a las puertas del inicio de un verano en el que como años atrás, se esperaba ofrecer un sinfín de servicios para todos los turistas.
Este inicio del verano ha coincidido con la desescalada de michos países en los que los Gobiernos han comenzado a instaurar medidas y distintos planes tanto sanitarios como promocionales, para salvar la economía derivada del turismo, gracias a la que muchas personas tienen la posibilidad de generar de manera directa o indirecta ingresos y recursos para vivir. Debido a esto y a la tendencia generalizada de creación de un mundo que, apuesta cada vez más por lo sostenible, ha tomado mucha fuerza en los grandes sectores fuerza de acoger una forma de turismo orientada a ello.
Pero, ¿Qué es propiamente el turismo sostenible?
El turismo sostenible se basa en, el respeto a la población local, al patrimonio cultural, al medio ambiente del entorno o lugar, buscando siempre proteger y mejorar las condiciones tanto de los anfitriones como de los visitantes, y sin olvidarse nunca de satisfacer la necesidades económicas y sociales de estos últimos. El punto importante de este turismo es no afectar a la integridad cultural ni la diversidad ecológica ni biológica de todos los sistemas que la integran. Su fin no es otro que preservar el entorno, las condiciones del uso moderado de los recursos o servicios a proveer.
La idea que defienden los profesionales del sector y que queda redactada en diferentes blogs y noticias sobre el tema es que. el turismo sostenible no es más que “Pasear sin destruir, visitar sin dejar una huella negativa, conocer sin ensuciar, descubrir sin destrozar, consumir sin contaminar, ofrecer servicios que respeten el medio ambiente…”
Podríamos afirmar entonces que el turismo sostenible es el equilibrio entre los aspectos ambientales, sociales y económicos de un sector que comprende desde empresas de hostelería, transporte y agencias de turismo, hasta los visitantes o turistas que consumen este servicio. Todos coinciden en que los puntos donde se desarrolla la actividad y representan una fuerte demanda de recursos, y que, por lo tanto, existen una serie de riesgos importantes para el medio ya que puede haber fragmentación del hábitat, uso desmedido de los servicios básicos como la energía o el agua, incremento de la demanda del transporte, o una mayor generación de residuos orgánicos sin un previsto manejo sostenible, lo que trae como consecuencia el comienzo de la perdida de biodiversidad.
La realización de este tipo de prácticas son elementos más que suficientes para que surja la necesidad de aplicar del turismo sostenible, no solo por el cuidado contra el COVID-19, sino también por todo lo manifestado anteriormente.
Desarrollo del turismo.
Los turistas son indirectamente consumidores del medio ambiente, lo que no significa simplemente interactuar con la naturaleza, pues basta solamente con que sintamos empatía o gusto con un lugar acorde a su paisaje, clima, vida natural, patrimonio cultural, sus creencias, su entorno y su historia. Desde el momento en el que esto ocurra, empezamos a ser parte del consumo de la oferta turística que nos ofrece cada ambiente.
Es entonces obligación de todos los actores implicados el uso responsable y medido de los recursos naturales, del respeto del espacio por los propios residentes o naturales del sitio, refiriéndonos entonces a no masificar pequeñas playas o ciudades de forma desmedida, pues de esta manera se estaría vulnerando el cuidado y respeto que sienten quienes residen y del cual el turista ve solo un lugar para el descanso y la empresa que lo explota una remuneración económica por la venta de un servicio dejando como resultado final de esta relación un ecosistema totalmente agotado y sin ninguna medida de regeneración.
Bastará entonces con la inclusión de energías limpias, del uso de las nuevas tecnologías, enfocar el avance de la big data y analytics como elementos propios para que cada vez más el turismo sostenible sea una realidad y podamos, de esta manera medir como se está colaborándole con la naturaleza a su cuidado con actividades respetuosas con el medio ambiente y que se inclinen hacía lo natural, lo cultural y por supuesto, lo social donde los visitantes se puedan llevar la experiencia de un viaje participativo y colaborativo con lo ecofriendly.
Estrategia de turismo sostenible 2030 para España
El Gobierno español por intermedio de la ministra de industria, comercio y turismo. Reyes Maroto ha manifestado que “a lo largo de la legislatura buscará que se dé inicio a la estrategia de turismo sostenible 2030, en donde uno de sus objetivos es impulsar la competitividad, la sostenibilidad y la calidad del sector”
Las anteriores palabras caen bien en una época donde el sector se ve fuertemente golpeado por la crisis sanitaria actual y donde el Gobierno es consciente de que el turismo aporta un gran porcentaje al PIB del país ya, que es un generador de empleo, bien sea de manera directa o indirecta en muchas partes del España.
Esta estrategia entonces deberá estar orientada tener como objetivos asegurar la protección del medio ambiente, evitando la degradación de entornos naturales, fomentar y concientizar una mayor cohesión o apego por estas prácticas a la sociedad para garantizar así la prosperidad económica. Acompañadas además de estrategias de marketing que tengan un gran impacto y que logren llamar la atención del país como atractivo para turistas.
Señala también la ministra, que “muchos países de la UE están utilizando los protocolos de seguridad españoles para incorporarles en sus experiencias turísticas” y recordando que “el pasado 11 de mayo del 2020, España suscribió una declaración conjunta con otros países sobre un plan de recuperación del sector turístico en el que se solicitaban protocolos homogéneos y fondos suficientes para la recuperación del sector.
Creado por: Arzuaga H, Santiago.