La huella de carbono digital, la contaminación más silenciosa
Sensitur es una plataforma de concienciación ambiental dirigida a todos los actores de la industria turística, tanto entes públicos y privados, ciudadanos y otras asociaciones. Nuestra misión siempre ha sido la sensibilización ambiental y la conservación de los destinos turísticos para garantizar el disfrute de las generaciones futuras. Si observamos todo el entramado de la sostenibilidad, encontramos diversos conceptos y conductas que son tenidas en cuenta a la hora de realizar proyectos turísticos. En cambio, otros aspectos suelen ser ignorados y olvidados. Este es el caso de la huella de carbono digital, un concepto que desarrollaremos a continuación.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es un indicador que cuantifica la emisión directa e indirecta de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Este indicador tiene diversas fórmulas, siendo la más común la de gramos de CO2 por persona.
Podemos identificar otros indicadores muy similares, que registran las emisiones de productos, de actividades productivas o de organizaciones:
- Huella de carbono de un producto: este indicador especifica los GEI emitidos durante el ciclo de vida de un producto. Es decir, desde la extracción de materias primas hasta la fase de obsolescencia. Un ejemplo relacionado con el sector turístico podría ser el de un avión. Su huella de carbono viene definida desde la emisión de gases desde la extracción de recursos hasta el final de su vida útil.
- Huella de carbono de actividades productivas: esta ecuación calcula las emisiones de GEI de una actividad productiva tanto directa como indirectamente. Esta cuantificación debe registrar las emisiones de todos sus movimientos. El turismo es una actividad productiva per se, por lo que entraría en esta categoría la totalidad de las emisiones de este.
- Huella de carbono de organizaciones: registra las emisiones de GEI desde su constitución hasta su cierre. El ejemplo perfecto para este sector podría ser la huella de carbono de una cadena hotelera.
Como las mediciones anteriores son algo complejas de escalar a la realidad, se suele usar un periodo de un año natural para justificar si algunas de esas tres mediciones superan los límites establecidos. Evidentemente, aquellos que registren una huella de carbono mayor son considerados más contaminantes. Existen algunas normativas internacionales que regulan las emisiones como la ISO 14064, ISO 14069, ISO 14067, PAS 2050 o GHG Protocolo.
Los GEI Agenda 2030
La Agenda 2030 es un conglomerado de objetivos y metas encaminadas a alcanzar un mundo más sostenible en el año 2030. Esta Agenda está compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, abreviados en la literatura como los ODS. El reducir la huella de carbono viene incluido en esa agenda, directamente en los objetivos 3, 11, 13 y 15.
- Salud y bienestar.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Acción por el clima.
- Vida de ecosistemas terrestres.
Paralelamente, reducir la huella de carbono incide indirectamente en la consecución de los objetivos 8 y 17:
- Trabajo decente y crecimiento económico.
- Alianzas para lograr los objetivos.
El emprendimiento digital y la huella de carbono
El emprendimiento digital se está poco a poco convirtiendo en el sancta sanctorum de la economía. Según estudios de ESIC recogidos en el libro: Vender en las plataformas digitales, el 86% de los españoles ha comprado alguna vez en internet bienes o servicios. Este modelo de negocio no queda exento de emitir GEI a la atmósfera. En el caso del e-commerce, se frecuenta el uso de transportes aéreos para intermediar los productos, en lugar del uso del transporte terrestre. Además, una gran cantidad de empresas digitales desconocen en muchas ocasiones el proceso de fabricación de los productos y los procesos que este pasa hasta llegar al consumidor final.
Para concienciar al consumidor online, algunos e-commerce pequeños integran información sobre la huella de carbono que se ha emitido para fabricar ese producto. Otras medidas conocidas son las donaciones que hacen diversas tiendas online a ONGs para la plantación de árboles, y de esa forma compensar la huella. Los grandes de este mundo digital, como es el caso de Amazon, estudian otras medidas más complejas como la implantación de drones eléctricos para realizar sus envíos.
Huella de carbono digital
La digitalización ha jugado un papel importante de cara a la emisión de sustancias al medio ambiente. Las previsiones apuntan a una reducción del 20% de las emisiones totales en un plazo de 10 años gracias a la incorporación de la tecnología en las actividades productivas. Si nos colocamos en el canto de la moneda, podremos observar que los propios medios digitales también emiten CO2.
Según estudios, una búsqueda en Google emite entre 5 y 7 gramos de CO2. Para que nos hagamos una referencia, en un minuto se producen aproximadamente 4,5 millones de búsquedas en todo el mundo. Esta cantidad es equivalente a 27 toneladas de CO2 que son emitidas por minuto sólo por realizar búsquedas en Google. Un correo electrónico puede emitir entre 4 y 50 gramos de CO2 dependiendo del tamaño del cuerpo y del peso de los archivos adjuntos. Cada día se envían en todo el mundo una media de 293.000 millones de e-mails diarios. Dicha cantidad es similar a la emitida en 5.000 vuelos de Madrid a Chicago en un Boeing 787.
La plataforma de video por excelencia, YouTube, emite 1 gramo de CO2 por cada 10 minutos de visualización. Cada hora se suben a esta plataforma 400 horas de video, que son visualizados por millones de consumidores de la plataforma.
Twitter es otra fuente de emisiones de CO2 bastante peligrosa por la inmediatez de publicación de los tweets. A esta plataforma se suben una media de 8.000 tweets por segundo. Cada tweet emite aproximadamente 0,02 gramos de CO2. En líneas generales, los usuarios de esta plataforma generan 9,6 kilos de CO2 por minuto. La red social Facebook es una de las redes sociales más usadas en el mundo. Se estima que Facebook, emite anualmente 980.000 toneladas de CO2 teniendo en cuenta todas sus funcionalidades.
Cómo reducir la huella de carbono digital
Evidentemente, las tecnologías de la información y comunicación han llegado para quedarse, y son fundamentales en las actividades productivas de las empresas. Cómo mencionamos anteriormente, un mal uso de ellas puede producir efectos irreversibles en el planeta. Para reducir tu huella de carbono digital puedes incorporar una serie de hábitos que marcarán un antes y un después y sin apenas esfuerzo.
En primer lugar, es recomendable vaciar tu bandeja de entrada del correo electrónico. Así pues, una bandeja de entrada muy llena provocará un mayor uso de datos generados con energías no renovables. También es recomendable anular la suscripción de aquellas newsletters que no te interesen.
En el caso de Google, es recomendable usarlo para realizar búsquedas necesarias. Otra opción podría ser cambiar de navegador a Ecosia. Ecosia es un motor de búsqueda muy similar a Google, el cual destina el 80% de sus beneficios a la plantación de árboles en países en vías de desarrollo.
Por último, reducir tu tiempo de uso de las redes sociales realizando otras actividades como deporte al aire libre. Ser responsables con el tiempo invertido en las diferentes redes sociales puede provocar cambios considerables con respecto a la contaminación atmosférica. Es por ello que implementar pequeños cambios pueden provocar grandes beneficios.
Una noticia esperanzadora
Controlar las emisiones de GEI es importante, y nunca hay que bajar la guardia. Pero también es cierto que estamos mejor de lo que pensamos. El 89% de la población mundial tiene acceso a energía eléctrica según The Energy Progress Report emitido por el Banco mundial, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) y Naciones Unidas y otras organizaciones. En cuanto al transporte, muchas compañías están comenzando a lanzar vehículos eléctricos y cada vez menos vehículos de combustión.
La llegada de la fibra óptica ha sido otro hito que ha reducido considerablemente las emisiones de CO2 de las plataformas digitales. Este avance es reconocido por implementar una “eco-transformación” de las tecnologías, evitando la emisión de 3,2 millones de toneladas de gases de efecto invernadero desde su implementación en el 2014.
Redacción: Samuel Linares Fumero
Fuentes
https://www.uppers.es/ciencia-y-tecnologia/medio-ambiente-y-sostenibilidad/cambio-climatico-correo-electronico-contaminacion-salvar-planeta_18_2772795023.html
https://www.brandwatch.com/es/blog/46-estadisticas-youtube/#:~:text=La%20sesi%C3%B3n%20media%20de%20visualizaci%C3%B3n,dura%20m%C3%A1s%20de%2040%20minutos.
https://trackingsdg7.esmap.org/results
Romero, J. et al (2018): Vender en las plataformas digitales, ESIC, págs. 11-13.